Editorial: Ha llegado el momento

…de atender el llamado del pueblo, y no, el del mercado. La pandemia lo traduce más claro: la insuficiente atención a las mayorías por las ambiciones de grupos liderados por expertos académicos desfasados de la realidad o guiados por una miopía que privilegia el lucro.
Han hecho que la vida de millones de nuestros compatriotas sea de una gran inequidad, por lo que se requiere un trato más solidario con la convicción que sólo la democracia verdadera, en todos los niveles: local, regional y nacional, podrá resolver las necesidades de cada ser humano.
Debe comenzar a combatir los asuntos importantes que el país reclama, como la falta de agua, alcantarillado, conectividad, salud y educación de calidad, apoyo a los millones de campesinos, viviendas sociales, programas de seguridad alimentaria, acabar con la desnutrición y anemia para los más necesitados.
Se requiere iniciativas razonables y solidarias que sean compatibles con cualquier programa que privilegie, sobre todo, al ser humano y no al mercado. Si sólo podríamos reducir la informalidad y disminuir la elusión y evasión tributaria.
Continuar con el exitoso programa de vacunación e iniciar la atención primaria de las enfermedades comunes y tradicionales.
Comenzar el año escolar con una presencia a los niveles inicial, secundario y universitario, entregando el programa curricular de la educación con calidad reclamado por la ciudadanía. Y la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Descentralización del MEF para agilizar y fiscalizar las transferencias de dinero para las más de 1,700 obras trabadas en la actualidad. La reactivación de los sectores pesca, agrícola, forestal y turismo, impulso a los créditos para la micro y pequeña empresa y recortar los contratos de asesoría en la administración pública. Crear un millón de empleos.
Si en las próximas semanas recuperamos una mayor confianza con designaciones oportunas en sectores claves de la conducción económica y social del país y una apertura a la inversión privada, podemos inclusive superar la meta del 2 al 3% de crecimiento. Este esfuerzo debe ser acompañado por el Congreso de la República, en lugar de tener una actitud obstruccionista y de intereses particulares; debe primar los intereses nacionales y el compromiso con los votantes que depositaron su confianza en esta representación del Parlamento.
Todos iguales sin supremacía ni racismo, todos juntos unidos podemos enfrentar los retos del 2022 con la esperanza, como siempre hemos sido, como emprendedores e innovadores, características que nos han identificado a los peruanos en las últimas décadas